Gregorio Reche

Gregorio Reche, profesor del ciclo de iluminación, inaugura su exposición Ingrávidos en el Centro José Guerrero. Reche realizó sus estudios fotográficos entre EFTI  en Madrid y el ICP (International Center of Photography) de Nueva York. Su obra ha sido expuesta en ciudades como Almería, Granada, Madrid o Nueva York. Además, su obra ha sido finalista en diversos festivales de renombre. Desde 2003 se dedica a la fotografía comercial y publicitaria, trabajando como freelance para importantes marcas y agencias.

Cuéntanos de tu próxima exposición fotográfica, ¿Cómo surgió? ¿Cómo fue el proceso creativo a la hora de inspirarte? ¿Qué has querido transmitir? 

Tengo formación como sociólogo y siempre me he sentido muy atraído por el comportamiento del ser humano y su relación con sus iguales. Durante los años 2010 al 2015 estuve desarrollando un proyecto documental con tintes costumbristas sobre el barrio de la playa de la ciudad de Almería, llamado El Zapillo. Una vez terminado ese proyecto me di cuenta de que en las orillas de las playas ocurrían mucha situaciones costumbristas también pero con una dimensión muy distinta a las que ocurre sobre tierra firme.

Me di cuenta de que todos esos cuerpos que en tierra firme son pesados y difíciles de mover, dentro del agua adquirían una dimensión muy diferente. Estas mismas personas que estaban en la playa, cuando se adentraban en la orilla sus cuerpos se volvían mucho más gráciles y fáciles de mover. Parecían cuerpos que estaban desarrollando una coreografía de ballet mientras que sobre tierra firme su movimiento era mucho más limitado aunque fueran las mismas personas tanto dentro como fuera del agua.

Además, quise jugar con el medio las orillas me dieron unas imágenes granuladas, muy pictóricas, casi pantanosas, donde la ausencia de nitidez y de detalles claros ha sido una búsqueda constante.

Entonces empecé un nuevo proyecto que me ha llevado 5 años y más de 5000 fotos donde he querido mostrar que los cuerpos que tenemos no tienen que mostrar un ápice de vergüenza, no hay cuerpos que sigan el canon de belleza establecido. La playa no aparece en mis fotos como un paisaje romántico o glamuroso, sino como un trocito de tierra donde se reúne todo tipo de gente y en tierra firme, estos cuerpos adquieren una dimensión completamente distinta a esos mismo cuerpos pero dentro del agua.

¿Qué consejos clave darías a los alumnos para montar con éxito una exposición fotográfica de su trabajo?

Lo primero buscar un buen sitio donde mostrar tu trabajo y luego buscar la forma de llegar hasta él. Ya sea en forma de concurso o yendo directamente al sitio y enseñar tu trabajo. Una vez conseguido el lugar, diseñar un proyecto expositivo atractivo que realce tu trabajo. Si puedes acompañar la exposición con una publicación estaría más completa.

¿Qué hay de tu faceta como docente en ESCAV? ¿Qué te aporta fotográficamente?

Estoy encantado con compañeros y alumnos, me han acogido estupendamente y estoy muy agradecido. Fotográficamente, tanto alumnos como compañeros me aportan mucho porque hay muchas sinergias entre unos y otros y aprendo constantemente de todos ellos.

¿Cómo ves la fotografía en el futuro?

Es un oficio complicado por el intrusismo y la poca colaboración que hay entre fotógrafos para lograr una regulación mínima del trabajo y que no impere la «ley de la selva».

¿Qué consejo le darías a alguien que comienza en el mundo de la fotografía?

Que ponga mucha ilusión en lo que hace y que no espere demasiado de la fotografía como un resultado. Lo que tiene que hacer es disfrutar del proceso de convertirse en fotógrafo, un oficio bonito que requiere de demasiado tesón y de lucha constante. ¡ÁNIMO!

¡Abrazos para todos y todas!