Este sábado arrancó Retroback – Festival Internacional de Cine Clásico de Granada, dirigido por Emilio Egea y dedicado en su octava edición al cine de ciencia ficción. Un festival en el que los alumnos de Primer Curso del Ciclo de Técnico Superior en Realización de Proyectos de Audiovisuales y Espectáculos (RAE) están viviendo en primera persona siendo encargados de sala, personal de información de las múltiples proyecciones y entrevistas que se están realizando y teniendo contacto directo con los invitados.

ET RETROBACK

Hablamos con dos de los alumnos colaboradores. Patrick Corsi, alumno canadiense, es uno de ellos en el Teatro García Lorca y se encarga de ser apoyo en todo cuanto sea necesario en la sala. Con los ojos de par en par nos cuenta que él pondrá especial énfasis a las proyecciones de cine antiguo, su pasión: “El esfuerzo que suponía hacer una película antiguamente, sin efectos especiales ni tecnología, me cautiva”. Confiesa que su película favorita es Matar a un ruiseñor. “Tiene una trama perfectamente elaborada, así como diferentes perspectivas que te hacen darte cuenta de diferentes realidades.”

Anabel Terrón también participa en Retroback activamente, prestando su ayuda en el Teatro Isabel la Católica. Su misión es guiar a los asistentes y también estar disponible para cualquier imprevisto o necesidad que pueda surgir. Ilusionada nos cuenta que, a diferencia de Patrick, ella valora más el entretenimiento, y lo compara con el papel actual de la televisión.

Dos alumnos que sin duda contribuyen como el resto de estudiantes implicados, al buen desarrollo de un ciclo cinematográfico con tanto calado en nuestra ciudad. La labor de estos jóvenes es reseñable, señala Egea. “El trabajo de los voluntarios es fantástico, no se les da responsabilidad pues no les corresponde por su naturaleza de voluntarios, pero su ayuda es fundamental para el correcto funcionamiento del Festival. También es una oportunidad muy interesante por lo que aprenden”, explica.

Retroback, el festival más galáctico de Granada que concluye el 28 de febrero, se erige como una alternativa de ocio en una amplia semana que contempla multitud de actividades. “Una de nuestras metas es abrir cada año más el abanico de posibilidades, sin dejar de lado temas más específicos para espectadores especializados. Para niños, para mayores y todo aquel que disfrute con el cine. Gozaremos de una gran variedad cinematográfica”, esclarece Egea.

Y es que ya sabemos (y queremos seguir creyéndolo siempre) que, a fin de cuentas, apostar por la cultura es apostar por caballo ganador.